
es cosquillas y un profundo abismo
en los ojos abiertos como el cielo
de no ver mis pasos al caminar.
Es angustia y sollozo seco de sed,
es palpitar sin ritmo en letanía
aguardando un rayo mas del día
que encandile lo mas sombrío del ser.
Es la respuesta nunca aprendida,
es el dormir con la luz encendida
por temor a que regresen por mi
aquellos que moran mis heridas.
Estalla sin impulso en la humedad
la pasión forjada en suaves caricias.
La verdad y la mentira quedan atrás,
la palabra que vale nunca es precisa.
Es acción sin reacción del testigo,
son sogas que me atan a tu condena
que se dicto con el ultimo silencio,
aquel que eterniza: no mas cadenas.
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