Al ver sus ojos de vidrio llenarse de lágrimas, se siente una cruel necesidad de explotar en un manantial de paz. Se las ve solas sin rumbo, esperando una calma que apacigüe su malestar, nada parece ocurrir después de que las lagrimas mojan la cara, y se siente una cruel resignación por no poder secarlas, las abrazo con fuerza al ver que se caen, intento que no se derrumben para poder seguir, por que como siempre y como nunca esta farsa sigue, por que simplemente somos un error de la sabia naturaleza.
No hay vencedores ni vencidos en una farsa donde nadie actúa y todos participamos, la derrota o la victoria son una mera sensación egoísta de una actitud propia, nada hay si solos estamos, tan solos estamos que cuando el dolor se apodera de nuestra esencia nos vemos débiles e indefensos. Sus lagrimas no paran de caer, y parece que mis brazos no se cansan de intentar torcer la mano que nos ahoga, mil pañuelos mas podré gastar secando su llanto, mil veces mas voy a seguir intentándolo, por que se sigue en el mismo camino por que nada puede distraernos de la cruel y única verdad que es existir, estamos aquí por error y no queda nada cuando nada es lo que siempre hubo.
1 comentario:
simplemente gracias por estar en cada lagrima y en cada sonrisa...gracias por ser el abrazo que alivia y la palabra que calma...que dificil seria el camino sin tu compañia...
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