Cerdos en flores

Los cerdos abren bien grande la boca, se revuelcan en el fango y al ver todo lo que los circunda muestran sus dientes y escupen, en un grito que aturde, su carcajada cargada de cinismo y podemos ver sus ojos con la mirada perdida, ciega. Nos miran, con esa ceguera cargada de soberbia y vuelven su proceso en una recurrencia hipócrita de los que nos someten, su risa ajusta las cadenas y la boca se abre mas y mas, nosotros estamos petrificados y seguimos viendo su rostro, su risa que no es risa y su mentira que es verdad. Los cerdos comen en palacios de flores, no dejan sobras comen hasta llenarse y lograr ver que al comensal que acompaña su velada nada le queda por disfrutar. Se asquean de comida, se asquean de nosotros, se revuelcan en el vomito de sus propias miserias y no somos nada en su plato, pero el cerdo eso lo sabe, y sabe que explotara por los aires y que de su inmunda vida nada quedara, que su comida es solo un espejismo un oasis en el desierto de la incertidumbre. Los cerdos no hablan, no comparten, y se embarran, los cerdos son cerdos por que eligen serlo, por que lo disfrutan, los cerdos nacen y mueren como cerdos...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es excelente. Cerdos como estos nos persiguen, nos oprimen, nos hostigan...los hay de todo tipo.

http://desvario-emocional.blogspot.com/

Caperuza dijo...

que hago con todo esto?

Anónimo dijo...

¨Inaudito¨, Los cerdos son los que se relamen en hacer mediocres o creer hacerlos a los demás, mientras pisan el cuelo fabricado por obreros, y lo hacen fango no teniendo en cuenta ni a las flores, se alimentan como buitres carroñeros de las almas nobles que luces ofrecen, los cerdos no quieren nada, ni a nadie, quizá si a su voracidad innata que los ciega y entorpece, sin siquiera ser fisgones de otras realidades.

Un beso enorme Inefable Derrochador de sueños.-