
Llego temprano y me siento en tu mesa,
me lleno la boca de poesías
para perfumar un poco la verdad,
para no desnudarme tan pronto
ante tus ojos absortos y tus oídos impiadosos.
No llevo reloj, no te digo que te espero.
Pero los minutos pasan y los árboles se desnudan
en un otoño tan triste como predecible y sincero.
Un caballo galopa en mi pecho.
¡No es mentira!
Aun conservo las herraduras tatuadas.
No debería estar en esta mesa,
no debería estar planeando que decirte,
pero soy tan inseguro que me aterra
no tener un plan para seducirte.
Después, como todo, se me irá de las manos
Me quedaré sin palabras, me cegarán tus ojos
Y con el filo de tu lengua me coserás la boca.
Lo se…
Lo espero…
Es probable que luego lo arruine todo.
Como siempre pasa en estos casos,
nos asaltará el amanecer en plena noche
llevándose mis despojos, tus recuerdos y mi olvido.
Será como si nunca hubiera ocurrido
Como si nunca hubiera venido.
Como si no nos hubiéramos conocido.
Seremos dos extraños.
Solo pasos al pisar en nuestros caminos distantes,
dos luces en la oscuridad del cielo
de esta ciudad que se aturde en un instante
con el rugido de esas dos estrellas muertas de miedo.
me lleno la boca de poesías
para perfumar un poco la verdad,
para no desnudarme tan pronto
ante tus ojos absortos y tus oídos impiadosos.
No llevo reloj, no te digo que te espero.
Pero los minutos pasan y los árboles se desnudan
en un otoño tan triste como predecible y sincero.
Un caballo galopa en mi pecho.
¡No es mentira!
Aun conservo las herraduras tatuadas.
No debería estar en esta mesa,
no debería estar planeando que decirte,
pero soy tan inseguro que me aterra
no tener un plan para seducirte.
Después, como todo, se me irá de las manos
Me quedaré sin palabras, me cegarán tus ojos
Y con el filo de tu lengua me coserás la boca.
Lo se…
Lo espero…
Es probable que luego lo arruine todo.
Como siempre pasa en estos casos,
nos asaltará el amanecer en plena noche
llevándose mis despojos, tus recuerdos y mi olvido.
Será como si nunca hubiera ocurrido
Como si nunca hubiera venido.
Como si no nos hubiéramos conocido.
Seremos dos extraños.
Solo pasos al pisar en nuestros caminos distantes,
dos luces en la oscuridad del cielo
de esta ciudad que se aturde en un instante
con el rugido de esas dos estrellas muertas de miedo.
4 comentarios:
muy bueno para describir lo ocacional, no? Esas inseguridades... obviedades....
Cuantos recuerdos inmediatos me genero esto y cuanta ternura... Por favor ya me habìa olvidado
MUY BUENO!!!!
...De ésta ciudad que se aturde en un instante, con el rugido de dos personas amantes muertas de miedo en simular una estrategia de acercamiento.
Muy bueno felicitaciones. Saludos!
copate querido... dejá los negocios y publicá
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