Fue su sangre y la de ella la que inundo mis venas de pura vida, amalgamados en gestos fortuitos de amor dieron vida, una noche que ya quedo en la nebulosa sideral del espacio de los recuerdos perdidos, una noche, un minuto, un solo instante desenvuelve una larga línea de historias cruzadas, pero lo que me atrae a golpear el teclado es la ausencia, que ya no duele porque se perpetua el respiro cotidiano, dando tumbos y giros exaltado por el insomnio semanal, pude verlo, puedo verme entonces, ahora entiendo al rojo profundo que corre desesperado de vena a arteria y a pequeños nódulos que vaya uno a saber cómo se llaman estallando la sangre calurosa por la humedad de la ciudad, y puedo verlo en un espejo que refleja la parte de atras, por eso la ausencia se vuelve presencia en mi carne, puedo verme y verlo secarse las manos dedo por dedo con gestos ampulosos de la artrosis que se relame de dolor, puedo verlo también apoyar las manos sobre el colchón para darse vuelta, y como fiel reflejo inconsciente puedo también verme a mi dándome vuelta con el mismo esfuerzo, está en mis gestos y ya no puedo distinguir el homenaje de la nostalgia por que la carne se hace en mi una copia fiel del recuerdo que tiene mi cabeza y sus sinuosos laberintos donde se esconde la memoria emocional. Asusta la temible rutina, asusta el paso del tiempo por la voz que lejana se despide convirtiendo la materia en esencia propia de un fantasma que sobrevuela la intensidad alborotada de nuestro días, asusta también por que resulta el paso del tiempo un cruel refugio para la memoria que falla, el paso del tiempo erosionando los momentos otrora palpables se vuelve ahora una búsqueda intensiva por no perder el hilo vocal, la voz con el consejo, el llanto real del recuerdo, se lucha día a día para no perder las huellas que forjaron lo que somos, entonces el tiempo y su maldito ángel corrosivo se relamen gastando recuerdos, cambiando tonos, supliendo palabras, enhebrando la ponzoñosa aguja de perderlo todo en el océano tumultuoso de la memoria. Sus manos ahora son mis manos...
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5 comentarios:
Puedo verlo en mis decisiones y en mis valores...
Puedo verme en tu sonrisa y en tu llanto...puedo verte siempre cuando me siento caer...
Las palabras escritas...arma efectiva contra lo corrosivo del tiempo...
te quiero tanto...
siento al leer que es el mejor homenaje a un amor profundo. memoria sin deseo de angustia ni desesperacion. recuerdo de todo lo que ha sido. que fuerza tiene lo que escribis. yony
me encantó mi amor
el tiempo, la memoria y el miedo... digamos lo que digamos es lo unico que nos salva... siempre nos empuja a mas!!!
genial... lo demas sobra!!!!
Solo a la ferrea conciencia puede parecerle absurda tamaña declaracion de sensaciones, de percepciones decodificadas por el alma... la reflexion es, en este caso, una inflexion del sentir, una de las campanas de la dualidad que nos compone hermano..
y que en una hermosa dialectica, deja ver estos destellos de humanidad, de confundida e intensa humanidad.
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