Palabras al viento

Le decía lindo, con asiduidad con una frecuencia perversamente planeada con antelación, en eso que era cautelosa pero nadie podría negar que no era perseverante, era pausada perversa y enloquecedoramente sincera.
Pero las palabras tienen un módico precio, por eso se escupen y no se piensan, pero no. Las palabras tienen en su peso el mas caro de todos los precios, es ahí donde radican las grandes confusiones, es ahí donde radica el negocio de los psicoanalistas matriculados.
Quizás si comprendièramos entre todos el peso real de las palabras y su tajante diferencia de significados y simbolismos podríamos dejar de ser presos de ellas.
Por que ella las repetía hasta volverlas reales, y lo real todos sabemos que acaba en un choque virulento con la pared, es por eso que todos al final de cuentas terminamos con la cara rota salando nuestras heridas.
Las palabras, las oraciones mal formadas pero por que no también el silencio, por que digo palabras escupidas al viento pero también estoy diciendo silencios donde tuvo que haber palabras, es extraña la confusión a la que nos prestamos día a día.
Es extraño ser humano, lo mas fácil se presenta siempre complicado y lo complicado siempre se nos presenta aun mas apalabrado.

Descubrimiento


"El sentido de la vida es encontrar una buena razon por la cual valga la pena morir"

Improvisacion


Cual es la llegada, a ese mundo del nunca mas, que son esos personajes egocéntricos y perversos que vuelan con fisonomía de duendes saltarines, negando la existencia de lo real, relegando quizá nuestra perversa manera de ver el mundo con ojos de elefante perdido?, quienes serán aquellos sabios apicultores de la filosofía que indica vivir con levedad, sin peso? donde estarán los faroles estallados aquella noche? noche de delirantes conversaciones y temblores maniatados por la locura mas extrema de la conciencia destinada a desaparecer en el limbo mas absoluto de la ignorancia perdida de los tiempos verbales, ayer, hoy y siempre gritan los que ven el tiempo de forma lineal como si fuera tan simple comprendernos, somos hijos de una multifacètica relación social que nos sitúa en el peor de los caminos y en el mas maravilloso disfrute angustiante de la culpa, somos eso que no somos, también la culpa por aquellos que son, y somos por supuesto nuestra propia negación, el arte de la clase media en su mas alta expresión, mediocridad, absurdo y angustia por ser algo tan pequeño, tan burdo y tan elocuente, cae a pedazos el techo de nuestra conciencia, hoy es verde, mañana negro, hoy es sol y de nuevo luna, es todo por que no somos nada, y ahí estaremos percatándonos, escapando de nuestra faceta mas miserable del ser, hecho de carne y hueso, inmundos fuera del mundo.