Lindos días de aquel verano, melancólico, triste, solitario, andaba yo buscando algo distinto algo que me haga brillar, algún destello en mis ojos mas allá de las pupilas dilatadas de la noche anterior, algún motivo para seguir andaba buscando, cuerpo flaco reposado cerca de mi sollozo angustiado por la mística química de alguien que vuela en bicicleta, llanto lágrima, el cielo y el infierno no recuerdo donde es que estuve primero pero es lamentable donde estuve después. Andaba buscando yo respuestas, a las preguntas que siembra el paso del tiempo, un segundo de descuido y la ilusión siempre es fugaz en estos casos, sin comprender exactamente lo sombrío de mis pasos di el primero, cual niño con regalo desgaje las capas de lo que ahora es recuerdo en aprendizaje, un diario viejo, con noticias verdes, con pasos mal dados, recuerdo los gritos en la oscuridad del mas absoluto invento discursivo reposado frente a la televisiòn y la trampera dispuesta para la presa que sigilosa y oportuna se acerca, suave, lenta, sutil y despreocupada. Filosos dientes apretados en lo profundo de la yugular, la sangre se esparce por toda la habitación al son de una nueva melodía rock, fluyen las palabras arrojadas al viento, a esta altura ya podía pararme y empezar a comprender, un golpe, dos golpes, aun mas flaco el cuerpo de lo que esperábamos, las lágrimas, la ausencia, todo se escapa y cualquier invento discursivo o estrategia de lucha es vana, de nada sirve pelear, ahora la batalla esta perdida, sera mejor refugiarse en la cueva y salir el próximo verano...
Gestos
Fue su sangre y la de ella la que inundo mis venas de pura vida, amalgamados en gestos fortuitos de amor dieron vida, una noche que ya quedo en la nebulosa sideral del espacio de los recuerdos perdidos, una noche, un minuto, un solo instante desenvuelve una larga línea de historias cruzadas, pero lo que me atrae a golpear el teclado es la ausencia, que ya no duele porque se perpetua el respiro cotidiano, dando tumbos y giros exaltado por el insomnio semanal, pude verlo, puedo verme entonces, ahora entiendo al rojo profundo que corre desesperado de vena a arteria y a pequeños nódulos que vaya uno a saber cómo se llaman estallando la sangre calurosa por la humedad de la ciudad, y puedo verlo en un espejo que refleja la parte de atras, por eso la ausencia se vuelve presencia en mi carne, puedo verme y verlo secarse las manos dedo por dedo con gestos ampulosos de la artrosis que se relame de dolor, puedo verlo también apoyar las manos sobre el colchón para darse vuelta, y como fiel reflejo inconsciente puedo también verme a mi dándome vuelta con el mismo esfuerzo, está en mis gestos y ya no puedo distinguir el homenaje de la nostalgia por que la carne se hace en mi una copia fiel del recuerdo que tiene mi cabeza y sus sinuosos laberintos donde se esconde la memoria emocional. Asusta la temible rutina, asusta el paso del tiempo por la voz que lejana se despide convirtiendo la materia en esencia propia de un fantasma que sobrevuela la intensidad alborotada de nuestro días, asusta también por que resulta el paso del tiempo un cruel refugio para la memoria que falla, el paso del tiempo erosionando los momentos otrora palpables se vuelve ahora una búsqueda intensiva por no perder el hilo vocal, la voz con el consejo, el llanto real del recuerdo, se lucha día a día para no perder las huellas que forjaron lo que somos, entonces el tiempo y su maldito ángel corrosivo se relamen gastando recuerdos, cambiando tonos, supliendo palabras, enhebrando la ponzoñosa aguja de perderlo todo en el océano tumultuoso de la memoria. Sus manos ahora son mis manos...
El existencialismo es un humanismo
En consecuencia, cuando en el plano de la autenticidad total, he reconocido que el
hombre es un ser en el cual la esencia está precedida por la existencia, que es
un ser libre que no puede, en circunstancias diversas, sino querer su libertad,
he reconocido al mismo tiempo que no puedo menos de querer la libertad de
los otros.
Quiere decir
simplemente que los actos de los hombres de buena fe tienen como última
significación la búsqueda de la libertad como tal.
simplemente que los actos de los hombres de buena fe tienen como última
significación la búsqueda de la libertad como tal.
Jean Paul Sartre
Sopa de letras

Solía escribirle para leerlo y solía leerlo para escribirle, era un ida y vuelta de ideas entrelazadas o una idea separada por el arbitrio de la creación en dos cabezas, una conexión cósmica supo definir Gustavo, muy a pesar suyo.
¿Y que otra cosa podría ser? si no somos más que polvo de estrellas.
“Separamos mañana de ayer o de ahora porque mañana es, en principio, expresión de creencia…” Benveniste
El problema radica esencialmente en la concepción del tiempo que adquirimos y que se transmite irremediablemente. Parte del entendimiento que nos caracteriza determina una verticalidad temporal en la que nos vamos trasladando desde el inicio hasta el final, lo mas grafico sería hablar de camino. Cuando necesariamente y de manera fáctica no se produce ningún tipo de traslado de materia. Es decir: no hay camino y nuestros pasos no van a ningún lado. Estamos, solo eso, hasta que dejamos de estar. Somos naturaleza disfrazada de cultura.
El pasado y el futuro se conjugan en un mismo lugar y se cocinan en la olla de nuestra fantasía como ucronía y como utopia.
El lenguaje es parte del problema, los caprichos de los símbolos y las palabras que hacen preciso que la realidad se adapte a ellas.
Como hablar de amor? El amor de mi viejo, el amor de una mujer, a los veinte y a los sesenta, el primer amor y el ultimo, cual de todos? Si amamos distinto a cada persona, que palabra reflejará cabalmente lo que sentimos en cada circunstancia particular? Ninguna. Ninguna palabra manifiesta sentimientos. Aun más, las palabras que esbocemos van a trascender en el interlocutor de acuerdo a sus propios sentimientos (o imaginario) y no de acuerdo a los sentimientos (o imaginario) del que las emite.
La única alternativa sería caer en una cadena explicativa sin retorno, palabra por palabra, cuya definición deberá contener una nueva definición, y una nueva y así hasta el infinito… o el hartazgo, en cuyo final se encuentra siempre, siempre, la voluntad de poder o la guerra misma.
Al valernos del lenguaje y al ser necesarias las clasificaciones para el desarrollo de nuestra cultura la realidad, nuestro entorno, nosotros mismos, nos convertimos en parte de una estructura finita de términos. Todos nuestros sentimientos se reducen a: “amor”, “odio”, “rencor”, “alegría”, “felicidad”, “tristeza”. Todos. Parece un extraño sometimiento útil, plagado de contradicciones y malos entendidos.
Los recuerdos, como todo en la historia, son irrepetibles, como un libro, cada leída es distinta, y siempre es distinta al hecho. Son inaccesibles a través de nuestros ojos, son ajenos dentro nuestro. Las mismas palabras trocaron su sentido y la hermenéutica no basta, es solo una bella teoría hecha de palabras custodias del lenguaje. El llanto no fue tan seco y la risa una mueca. El lenguaje amordazó nuestro espíritu.
El Silencio de los Inocentes

"La resignación es un suicidio cotidiano." Honorè de Balzac
El inocente al parecer calla pero no otorga, esa es su terrible paradoja, ese, es su lecho de muerte y culpabilidad no deseada, por que el inocente carga en sus hombros una pesada mochila de silencios, de gritos ahogados al calor de sus carceleros. Ahora bien, el que calla otorga y eso es una verdad universal que se reproduce a través de la tradición, si dejamos hacer a otros lo que podemos hacer nosotros, el resultado final del proceso (nos involucre o no) no es juzgable dado que nosotros otorgamos libertad de acción con nuestro silencio, el silencio otorga espacios que no cubrimos pero no nos responsabiliza (?) por las consecuencias no deseadas de nuestra acción, pero a medida que uno comienza a deshacer la maraña del silencio que cubre todos los ámbitos de la vida, comienza también a darse cuenta que el silencio no solo entrega derechos a los que quieren la tajada más grande para dejarnos a nosotros con la mas pequeña, sino que el silencio nos convierte en cómplices de estos abusadores del silencio.
En tanto y en cuanto, esta sintomática situación del mundo en el que vivimos no sea resuelta a favor del que grita, patalea o llora seguiremos siendo cómplices de nuestra propia condena a muerte, lenta, diaria y muy poco de biológica. Por eso podríamos decir que el que calla otorga, su complicidad con el crimen.
Entonces parece que llegamos a la puerta del rincón que abre mil ventanas, entendamos que el silencio nos vuelve cómplices de nuestra contradicción, y aun así siendo inocentes somos culpables por cómplices, el silencio que nos envuelve y nos susurra al oído acallando nuestras voces, es el peor conductor de nuestras acciones, porque si bien las reglas del juego están dadas de una determinada manera y uno parece que tiene que jugar a como dé lugar, podemos al menos no ser cómplices silenciosos y ser victimas reconocidas, reconocer al autor del crimen diario, discernir entre víctimas y victimarios y por una vez en la vida decir lo que corresponde: que no queremos ser cómplices, que si obligados estamos por todo un contexto que nos subsume en nuestro propio naufragio, no vamos a dejar de decirle al viento que lo que más vibra en él son nuestros gritos de rabia, que ya nada ni nadie ahogara nuestro sentir, y así al final podremos declararnos inocentes de un crimen que nunca cometimos pero que en definitiva permitimos que ocurra.
Recuerdos inventados

"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos." Jorge Luis Borges.
Es una constante, algo invariable de nuestro mas intimo refugio, estoy hablando del romanticismo con el que teñimos los recuerdos, el tiempo que todo lo cubre con un espeso polvo que no nos permite sentir hoy como sentimos ayer, y el recuerdo se vuelve confuso, podría decir que hasta se vuelve maleable a nuestros propios deseos del presente, entonces el pasado se viste de presente y lo pintamos con deseos actuales, y así vamos perdiendo la memoria y también el tiempo, los recuerdos comienzan a ser una manera de vivir la vida a nuestro modo, a transfigurar el odio en amor, la tristeza en felicidad, y por que no también viceversa.
Ahora lo afirmo, los recuerdos son sucesos del pasado modificados en base a los sucesos del presente, lo confirmo una y otra vez, por que de eso se trata recordar; tratar de que algo finito se vuelva eterno y esas categorías están fuera del entendimiento humano, entonces como somos tozudos idealistas del pasado, todos los días (o mejor en el presente diario) recordamos algún suceso del pasado y le agregamos una pequeña cuota improvisación a ese recuerdo y con el tiempo queda, se asimila y comienza a ser algo real, pero ya nada es igual cuando el tiempo paso por encima, las piedras nunca son las mismas cuando las olas comienzan a erosionarlas. El romanticismo que tiñe todos nuestros recuerdos se vuelve repetición, un eterno retorno, entonces ahí nace el hecho de que todo tiempo pasado fue mejor, y claro...moldear el pasado es mas sencillo que imaginar el futuro, y así vamos en la jungla de nuestra cabeza que se escinde de nuestro cuerpo y parece pelearse con nosotros siendo una lucha desigual por que la mente siempre le gana a la fuerza.
Reposamos del tedio de la rutina en los recuerdos macerados a la fuerza del presente, nos basta con cerrar los ojos y vivirlos una y otra vez, recordar primero el escenario pasado, luego pensar en como llegamos al lugar, enumerar cuales fueron las casualidades que hicieron que estemos en ese lugar a esa hora y con esos protagonistas, y luego la puerta se abre y aparecen los actores de reparto de nuestro inventado recuerdo, y ahí es cuando comenzamos a rodar nuestro película imaginaria, y todo se desenvuelve medianamente de la manera mas parecida a como fue, pero nos empeñamos en pasarla mejor cuando nos acordamos del hecho, entonces es ahí donde la risa es carcajada y los orgasmos son abismos.
Terra Lliure
Parece ser el comienzo de un gran sueño, se les nota la angustia por lo desconocido, la felicidad por experimentar esa angustia y la rebeldía desatada de poder decir que si (con todas sus fuerzas) al sueño que recién comienza, puede verse en sus rostros el desenfreno y el apuro por devorar de un mordisco afilado toda la experiencia que esta por venir. Van llegando a la puerta de escape con sus afectos, con sus historias, con el pasado que queda y el presente que es suyo, circularmente suyo. Lloran, nadie sabe bien por que, pero lloran, están esperando una interminable agonía antes de subirse al túnel del tiempo donde las horas ya no son lo que eran, donde el tiempo se pierde en el cielo y los minutos caen por la borda.
Ahora si el tiempo se vuelve confuso, mas bien difuso, están aturdidos, nerviosos, demencialmente nerviosos, pero los minutos que solo son minutos no avanzan, hasta que justo en un minuto (como todo lo que sucede en la vida) la historia cambia de escenario, el calor troca en frío absoluto, los rostros cambian, la identidad se vuelve nada, ante semejante trastocamiento de la realidad ordinaria lo único que saben es que deben correr por que no llegan.
Lo viven como si estuviesen dormidos, como si les estuviesen contando un cuento, como en un sueño lleno de cambios irreales se los puede ver corriendo en busca de su nuevo destino, allá van, corren, desesperan y nerviosos (el tiempo cambia, las sensaciones aun seguían siendo las mismas) logran alcanzar su nuevo objetivo, pero siguen en el sueño entonces de repente el idioma cambia, todo es nuevo, el cielo, las caras desfiguradas, el tiempo y el espacio juegan sus cartas, están ahí...ahora si han llegado a destino.
Percepciones

Estábamos lejos, no tan lejos como la luna lo esta de la tierra, pero aun así era considerable la lejanía de nuestro paradero aquel día que la vimos llorar mientras el sol encandilaba su cara y la hacia brillar como una estrella, una nimiedad, un detalle sin sentido, una pequeña chispa que encendió un fuego de lágrimas que paradòjicamente eran acompañadas por un risa estupefacta por no entenderse a ella misma, ese día el sol le rebotaba en la cara y sus ojos mas color miel que nunca no se derretían por el calor de los rayos, ella lloraba su angustia por existir, por estar en el lugar equivocado en el momento menos pensado, pero el sol seguía quemandonos , ardiendo sobre nuestra piel y sus ojos aun así no se derretían, lagrimeaban pero no se derretian, tras el llanto se escondía toda una furia comprimida, y fuimos privilegiados espectadores de aquel espectáculo visceral de lo que es ser una persona que percibe los sentimientos con toda la fuerza del corazón, y fue ese día intrascendente un día único, el día en que algo cotidiano se convirtió en novedad, para todo aquel que supo ver en sus lágrimas la ternura desencajada de una mujer que se niega a privarse de sus sentimientos. La escena se iba desenvolviendo de una manera tan natural, que a las lágrimas su propia sensiblidad las transformo en risa, risa que volvió a mostrarnos a todos el tipo de pureza que aun se puede encontrar caminando por el lugar menos pensado, su risa era pura, tan pura como sus lágrimas, y aun seguía el sol ardiendo...
Del niño que queria ser futuro

Niño, ríe con demencia, ríe con ganas cuando logra olvidarse de su tiempo tristemente esquematizado en segundos, su risa contagia cuando su cara arde inyectada en sangre, a Niño le gusta reír, por que así se le vuelve menos tedioso la carrera contra su tiempo, cuando llega serio, blanco y melancólico todos a su alrededor ríen sin esquemas en sus nubes de humo terrenal, Niño se sirve sin ganas y observa con menos ganas su reloj, cuando la aguja se mueve un pequeño espacio Niño resopla sus quejidos, y el reloj se agiganta. Niño, recuerda cuando estaba bien, esos cinco minutos de gloria que todos tenemos y que como a todos se nos escurren entre las manos pero a Niño aun le duele el golpe de la caida, y vuelve a pensar en cuando estaba bien, cuenta con una regla de tres simple cuanto tiempo hace que esta mal, y luego la aguja un poco mas corrida a la derecha lo empuja a pensar en que desde la ultima vez que vio esa misma enemiga relojera esta un poco mejor, aunque sabe que cuando la aguja de la vuelta a su mundo en tan solo un minuto volverá a estar mal, es una ecuación que conoce y de la que no puede escapar, por que el tiempo lo tiene agarrado del cuello, y como aquel que pelea en la noche contra sus propios fantasmas, Niño pelea contra los suyos convertido en relojes destrozados con furia, por melancolías y berretines de nene bien, Niño no despierta con tranquilidad, Niño despierta quebrado por el llanto mas desgarrador, me animaria a decir que Niño nunca despierta.
Niño tiene una habitación llena de relojes viejos, y a todos los hace girar a contra marcha, todo aquel reloj que se revele y quiera dar la hora precisa Niño lo destruye con brutalidad, por que Niño odia su ecuación matemática de los sentimientos, Niño quiere ser feliz... A Niño (rumores de ensueño) de niño le susurraban cuentos antes de dormir, entonces Niño dormía placidamente, pero todo esto quedo hecho trizas cuando Niño decidió caminar solo, cuando decidió salir al combate, Niño fue conscripto de un ejercito que lo dejo solo, Niño no tiene rumbo por que ella lo dejo en el fango, por que ella le enseño la ecuación matemática mas perversa, por que ella le leyó el cuento equivocado...
El amanecer no avisa

Llego temprano y me siento en tu mesa,
me lleno la boca de poesías
para perfumar un poco la verdad,
para no desnudarme tan pronto
ante tus ojos absortos y tus oídos impiadosos.
No llevo reloj, no te digo que te espero.
Pero los minutos pasan y los árboles se desnudan
en un otoño tan triste como predecible y sincero.
Un caballo galopa en mi pecho.
¡No es mentira!
Aun conservo las herraduras tatuadas.
No debería estar en esta mesa,
no debería estar planeando que decirte,
pero soy tan inseguro que me aterra
no tener un plan para seducirte.
Después, como todo, se me irá de las manos
Me quedaré sin palabras, me cegarán tus ojos
Y con el filo de tu lengua me coserás la boca.
Lo se…
Lo espero…
Es probable que luego lo arruine todo.
Como siempre pasa en estos casos,
nos asaltará el amanecer en plena noche
llevándose mis despojos, tus recuerdos y mi olvido.
Será como si nunca hubiera ocurrido
Como si nunca hubiera venido.
Como si no nos hubiéramos conocido.
Seremos dos extraños.
Solo pasos al pisar en nuestros caminos distantes,
dos luces en la oscuridad del cielo
de esta ciudad que se aturde en un instante
con el rugido de esas dos estrellas muertas de miedo.
me lleno la boca de poesías
para perfumar un poco la verdad,
para no desnudarme tan pronto
ante tus ojos absortos y tus oídos impiadosos.
No llevo reloj, no te digo que te espero.
Pero los minutos pasan y los árboles se desnudan
en un otoño tan triste como predecible y sincero.
Un caballo galopa en mi pecho.
¡No es mentira!
Aun conservo las herraduras tatuadas.
No debería estar en esta mesa,
no debería estar planeando que decirte,
pero soy tan inseguro que me aterra
no tener un plan para seducirte.
Después, como todo, se me irá de las manos
Me quedaré sin palabras, me cegarán tus ojos
Y con el filo de tu lengua me coserás la boca.
Lo se…
Lo espero…
Es probable que luego lo arruine todo.
Como siempre pasa en estos casos,
nos asaltará el amanecer en plena noche
llevándose mis despojos, tus recuerdos y mi olvido.
Será como si nunca hubiera ocurrido
Como si nunca hubiera venido.
Como si no nos hubiéramos conocido.
Seremos dos extraños.
Solo pasos al pisar en nuestros caminos distantes,
dos luces en la oscuridad del cielo
de esta ciudad que se aturde en un instante
con el rugido de esas dos estrellas muertas de miedo.
Cerdos en flores
Los cerdos abren bien grande la boca, se revuelcan en el fango y al ver todo lo que los circunda muestran sus dientes y escupen, en un grito que aturde, su carcajada cargada de cinismo y podemos ver sus ojos con la mirada perdida, ciega. Nos miran, con esa ceguera cargada de soberbia y vuelven su proceso en una recurrencia hipócrita de los que nos someten, su risa ajusta las cadenas y la boca se abre mas y mas, nosotros estamos petrificados y seguimos viendo su rostro, su risa que no es risa y su mentira que es verdad. Los cerdos comen en palacios de flores, no dejan sobras comen hasta llenarse y lograr ver que al comensal que acompaña su velada nada le queda por disfrutar. Se asquean de comida, se asquean de nosotros, se revuelcan en el vomito de sus propias miserias y no somos nada en su plato, pero el cerdo eso lo sabe, y sabe que explotara por los aires y que de su inmunda vida nada quedara, que su comida es solo un espejismo un oasis en el desierto de la incertidumbre. Los cerdos no hablan, no comparten, y se embarran, los cerdos son cerdos por que eligen serlo, por que lo disfrutan, los cerdos nacen y mueren como cerdos...
Noches de revolcòn

La ve en los sueños, andamio de la locura que no estalla al despertar, puede ver confundido las imagenes que se superponen entre si, generando una indescifrable selva de pensamientos ocultos, del alma dormida, la ve pero no la siente, sabe que esta en una, en otra y nunca frena la película. Se despierta agitado, ahogado en el sudor de la fría noche que lo envolvió nuevamente en un despertar sonámbulo que no hace mas que escaparle a la luna, sabe que mañana sera igual, el sueño, las imagenes, el despertar y seguir soñando las mismas pesadillas, las lágrimas, el colchón, que incorruptible, aguanta sus descargos de furia matutina, puede verse enrolado en el ejercito de la noche que lo ve sufrir, sabe que el sueño es un oculto deseo de la conciencia por limpiarse, por robarle a los ojos un poco del color sepia de sus fotos. Vuelve, con su andar cansino, y sus honorables formas, abre la puerta, su destino lo tiene a mal traer, lo tiene acorralado, pero como todos los caminos siempre hay escombros de lo que supimos vivir, sabe que lo tiene todo ¿lo sabe?, pelea cada mañana contra su histérica conciencia que lo lleva y lo trae por las paredes de su cuarto chocando contra algo que no puede controlar, lo que él llama sentimientos, vuelve la cabeza y se descubre en el espejo, pequeño, oculto e indescifrable, comienza a construir su propia muralla para que nadie pueda ver su jardín y que ya nadie pise su campos regados con sus lágrimas por que el amor lo defraudo cuando no tenia pensado crecer de un puñetazo, ese mismo que lo dejo del lado del camino donde solo se puede caminar con el barro hasta las rodillas, pero no esta solo en ese fango que ahora lo ve caminar con los ojos fijos en el piso.
Abrazo partido

No derramó ni una lagrima,
estaban secas sus pupilas
desde el ultimo llanto desesperado
muchos días antes de la huida.
Las facciones endurecidas,
una mueca vacilante en la cara.
Una distancia hecha abismo,
es la indiferencia que nos separa.
Quedaron flotando las letras
muertas en el aire espeso de su aliento,
perdidas buscando cobijo detrás
de palabras que nominan sentimientos.
Un abrazo en un pecho helado
se transforma en un abrazo partido,
donde mis brazos quedan enredados
y mis pasos caminan perdidos.
estaban secas sus pupilas
desde el ultimo llanto desesperado
muchos días antes de la huida.
Las facciones endurecidas,
una mueca vacilante en la cara.
Una distancia hecha abismo,
es la indiferencia que nos separa.
Quedaron flotando las letras
muertas en el aire espeso de su aliento,
perdidas buscando cobijo detrás
de palabras que nominan sentimientos.
Un abrazo en un pecho helado
se transforma en un abrazo partido,
donde mis brazos quedan enredados
y mis pasos caminan perdidos.
Interpretación libre

Despellejé ese juicio como propio,
como ese tirano abucheado
que termina perdido en la conciencia
de la pobre muchedumbre esclava
de sus impulsos mas latentes.
Ese enamorado silencioso,
ebrio y sufrido por su mentira mas piadosa,
por su amistad inquebrantable.
Ese idealista que se encuentra en su destino
como héroe propio e inmortal.
Con las manos empapadas en sangre
por liberar a su hermano
del acecho de los fantasmas de la noche
y de las noches de conciencia eterna.
Un amor oculto, solapado,
amor reciproco entre espíritus puros
que se debatieron en silenciosas miradas
y en deseos aferrados en lo mas hondo
desatándose en guerra en la víspera de la muerte.
como ese tirano abucheado
que termina perdido en la conciencia
de la pobre muchedumbre esclava
de sus impulsos mas latentes.
Ese enamorado silencioso,
ebrio y sufrido por su mentira mas piadosa,
por su amistad inquebrantable.
Ese idealista que se encuentra en su destino
como héroe propio e inmortal.
Con las manos empapadas en sangre
por liberar a su hermano
del acecho de los fantasmas de la noche
y de las noches de conciencia eterna.
Un amor oculto, solapado,
amor reciproco entre espíritus puros
que se debatieron en silenciosas miradas
y en deseos aferrados en lo mas hondo
desatándose en guerra en la víspera de la muerte.
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