Recuerdos inventados


"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos." Jorge Luis Borges.


Es una constante, algo invariable de nuestro mas intimo refugio, estoy hablando del romanticismo con el que teñimos los recuerdos, el tiempo que todo lo cubre con un espeso polvo que no nos permite sentir hoy como sentimos ayer, y el recuerdo se vuelve confuso, podría decir que hasta se vuelve maleable a nuestros propios deseos del presente, entonces el pasado se viste de presente y lo pintamos con deseos actuales, y así vamos perdiendo la memoria y también el tiempo, los recuerdos comienzan a ser una manera de vivir la vida a nuestro modo, a transfigurar el odio en amor, la tristeza en felicidad, y por que no también viceversa.
Ahora lo afirmo, los recuerdos son sucesos del pasado modificados en base a los sucesos del presente, lo confirmo una y otra vez, por que de eso se trata recordar; tratar de que algo finito se vuelva eterno y esas categorías están fuera del entendimiento humano, entonces como somos tozudos idealistas del pasado, todos los días (o mejor en el presente diario) recordamos algún suceso del pasado y le agregamos una pequeña cuota improvisación a ese recuerdo y con el tiempo queda, se asimila y comienza a ser algo real, pero ya nada es igual cuando el tiempo paso por encima, las piedras nunca son las mismas cuando las olas comienzan a erosionarlas. El romanticismo que tiñe todos nuestros recuerdos se vuelve repetición, un eterno retorno, entonces ahí nace el hecho de que todo tiempo pasado fue mejor, y claro...moldear el pasado es mas sencillo que imaginar el futuro, y así vamos en la jungla de nuestra cabeza que se escinde de nuestro cuerpo y parece pelearse con nosotros siendo una lucha desigual por que la mente siempre le gana a la fuerza.
Reposamos del tedio de la rutina en los recuerdos macerados a la fuerza del presente, nos basta con cerrar los ojos y vivirlos una y otra vez, recordar primero el escenario pasado, luego pensar en como llegamos al lugar, enumerar cuales fueron las casualidades que hicieron que estemos en ese lugar a esa hora y con esos protagonistas, y luego la puerta se abre y aparecen los actores de reparto de nuestro inventado recuerdo, y ahí es cuando comenzamos a rodar nuestro película imaginaria, y todo se desenvuelve medianamente de la manera mas parecida a como fue, pero nos empeñamos en pasarla mejor cuando nos acordamos del hecho, entonces es ahí donde la risa es carcajada y los orgasmos son abismos.

3 comentarios:

M AR U dijo...

me encantó...

Caperuza dijo...

hermoso amor

Anónimo dijo...

"Que maneras más curiosas
de recordar tiene uno,
que maneras más curiosas:
hoy recuerdo mariposas
que ayer sólo fueron humo,
mariposas, mariposas
que emergieron de lo oscuro
bailarinas, silenciosas,"
Silvio Rodriguez