Lindos días de aquel verano, melancólico, triste, solitario, andaba yo buscando algo distinto algo que me haga brillar, algún destello en mis ojos mas allá de las pupilas dilatadas de la noche anterior, algún motivo para seguir andaba buscando, cuerpo flaco reposado cerca de mi sollozo angustiado por la mística química de alguien que vuela en bicicleta, llanto lágrima, el cielo y el infierno no recuerdo donde es que estuve primero pero es lamentable donde estuve después. Andaba buscando yo respuestas, a las preguntas que siembra el paso del tiempo, un segundo de descuido y la ilusión siempre es fugaz en estos casos, sin comprender exactamente lo sombrío de mis pasos di el primero, cual niño con regalo desgaje las capas de lo que ahora es recuerdo en aprendizaje, un diario viejo, con noticias verdes, con pasos mal dados, recuerdo los gritos en la oscuridad del mas absoluto invento discursivo reposado frente a la televisiòn y la trampera dispuesta para la presa que sigilosa y oportuna se acerca, suave, lenta, sutil y despreocupada. Filosos dientes apretados en lo profundo de la yugular, la sangre se esparce por toda la habitación al son de una nueva melodía rock, fluyen las palabras arrojadas al viento, a esta altura ya podía pararme y empezar a comprender, un golpe, dos golpes, aun mas flaco el cuerpo de lo que esperábamos, las lágrimas, la ausencia, todo se escapa y cualquier invento discursivo o estrategia de lucha es vana, de nada sirve pelear, ahora la batalla esta perdida, sera mejor refugiarse en la cueva y salir el próximo verano...
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1 comentario:
"llanto lágrima, el cielo y el infierno no recuerdo donde es que estuve primero"... de pura sinceridad cala hasta los huesos!!!
pero saber retirarse a tiempo es una de las lecciones mas dificiles de aprender!!!
la paciencia hace al sabio!!!
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