Cuando la voz se quiebra


Otra vez en la mierda (o en el barro).
Los pies ya cansados,
cansados de estar parados.
No hay ayuda, no hay camino.
La voz se quiebra en desatino.
No hay respuesta a esta desidia.
Que laberinto tan siniestro me pierde
sin importar si ya es de noche o aun hay día.
Tan difícil para todos, puedo entenderlos
ahora que mis ojos no los miran.
Ahora que es a mi al que miran
y son los tuyos mi única guía.
Cuanto se absorbe sin escurrir.
Tanto que es costumbre y natural.
La voz se quiebra al no discurrir.
Los huesos tiemblan y los parpados…
los parpados parpadean
para sostener lo insostenible,
para evitar lo inevitable.
Y ahí se derrama sin saber por que.
Se derrama desde tan adentro y no lo veo,
entonces todo arde y no lo entiendo.
Siento algo. Siento algo que asoma de tan lejos.
Tal vez un juego de engaños.
Un juego que empecé hace tantos años.
Si pudiera salir podría escucharme.
¿Podré alguna vez decir lo que quiero?
¿Podré alguna vez mostrar lo que siento?
¿Podré alguna vez no sentir este miedo?
¿Podré alguna vez demostrar que no miento?
Preguntas hechas hace tanto tiempo
y nadie supo explicarme lo que esta sucediendo.
Y me voy, y me pierdo,
y finjo una historia que no quería contar.
Mis dedos me engañan,
juro que no es esto lo que pretendo esbozar.
La voz se quiebra.

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